IMPORTANCIA DE LA CAPACITACION TRIBUTARIA EN LA FORMALIZACION DE LOS NEGOCIOS.

A través del tributo, el Estado obtiene la mayor cantidad de los recursos económicos destinados para cubrir las necesidades comunes del país. Por ende, en cuanto mayor sea la recaudación obtenida, el Estado contará con mejores condiciones para cumplir con sus fines constitucionales. Desde esa perspectiva, es necesario que la Autoridad Fiscal adopte las medidas idóneas para que los contribuyentes no solo conozcan los derechos y las obligaciones en materia tributaria, sino también cree el escenario propicio para que el mecanismo de pago de los tributos, sea ágil y práctico. En nuestro país, la falta de conocimiento tributario es una constante que ocasiona fuertes impactos negativos en la sociedad y graves daños al sistema económico del Paraguay. Sobre este punto, las mismas autoridades del Ministerio de Hacienda han admitido que, durante controles aleatorios realizados en varios puntos del país, encontraron altos niveles de informalidad. Los sectores comerciales se hallan fuertemente comprometidos en este segmento. El Régimen Tributario de nuestro país está contenido en la Ley Nº 125/91 “Nuevo Régimen Tributario” y en la Ley Nº 2421/04 “De Reordenamiento Administrativo y Adecuación Fiscal”. El incumplimiento por parte del contribuyente de cualquier disposición establecida en las normativas legales citadas, es considerado como infracción fiscal o inclusive como acto reprochable por el Código Penal. Para que se configure la transgresión, no solo debe darse la omisión del cumplimiento de la obligación tributaria, sino inclusive cualquier maniobra efectuada por el contribuyente para evadir o disminuir el pago de sus impuestos. Consecuentemente, la práctica de actividades comerciales o prestación de servicios, requiere imperiosamente que
los sujetos incididos conozcan y determinen a cabalidad las obligaciones impositivas que afectarán sus actividades. En ese tren, cada responsable, deberá planificar adecuadamente los procedimientos de su actividad de tal forma a cumplir puntualmente con las cargas tributarias, puesto que, a través de “la identidad del negocio” se definirá, el tipo de responsabilidad fiscal. Como beneficios directos de la formalización de la actividad gravada se pueden citar el aumento del nivel de ventas, el mejoramiento de la imagen empresarial, la seguridad laboral, una solidez comercial y un excelente relacionamiento con el Estado, ello se refiere a la existencia de las documentaciones contables, laborales y sociales estrictamente ajustadas a las normativas legales. Para lograr la formalización es importante que la Autoridad Tributaria no solo se enmarque en la realización de controles
del cumplimiento de las normativas vigentes, sino, sustancialmente que se aboque a implementar una eficaz campaña de capacitación tributaria y aplique un sistema educativo que prepare a los contribuyentes y que conlleve a obtener como resultado el conocimiento puntual de sus obligaciones fiscales, el desarrollo económico, la mejora del bienestar y la cohesión social, el crecimiento económico y la equidad social de la nación. Es decir: la concreción de una “cultura tributaria” que logre el desarrollo de actitudes de responsabilidad y compromiso frente al bien común de la ciudadanía. Esta cultura tributaria se trata de un proceso de enseñanza y aprendizaje basada en tres ejes: valores, ciudadanía y cultura fiscal que deberán apuntar a contrarrestar la figura de la “Evasión fiscal”. Las experiencias de análisis de diferentes ópticas acreditan la importancia de compartir información para lograr la educación tributaria a nivel nacional. Motivar un interés colectivo ayuda a formalizar las operaciones diarias e instar a los contribuyentes a tomar mayor atención por los intereses sociales colectivos, puesto que el acto de tributar deberá proporcionar mejoras en la educación, salud y nivel económico del país. El desconocimiento de las funciones vitales que cumple el Estado en conexión con la sociedad, hacen que exista por parte de los habitantes una contrariedad con la política tributaria y con ello un desinterés social general. Por tanto, los contribuyentes y no contribuyentes deben esmerarse y participar de capacitaciones constantes efectuadas por la Autoridad Tributaria o por asesores impositivos particulares, no solo para satisfacer las necesidades propias de su actividad personal o comercial, sino para estar actualizado constantemente en las reglamentaciones que vaya dictando la autoridad fiscal, de tal forma a que la toma de decisiones sean las ajustadas a las normativas legales vigente.

Opinión: C.P. Liz Paola Amarilla - Drelichman Abogados

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